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dicho de otro modo

  • 1 dicho

    Del verbo decir: ( conjugate decir) \ \
    dicho es: \ \
    el participio
    Multiple Entries: decir     dicho
    decir 1 sustantivo masculino:
    ¿cientos de personas? — bueno, es un dicho hundreds of people? — well, figuratively speaking

    decir 2 ( conjugate decir) verbo transitivo 1
    a)palabra/frase/poema to say;
    mentira/verdad to tell; para ejemplos con complemento indirecto ver división 2 ¿eso lo dices por mí? are you referring to me?; ¡no lo dirás en serio! you can't be serious!; dijo que sí con la cabeza he nodded; no se dice `andé', se dice `anduve' it isn't `andé', it's `anduve'; ¡eso no se dice! you mustn't say that!; ¿cómo se dice `amor' en ruso? how do you say `love' in Russian?; ¿lo encontró? — dice que sí/no did he find it? — he says he did/he didn't
    b)
    2 dichole algo a algn to tell sb sth;
    voy a dichole a papá que … I'm going to tell Dad …;
    ¡ya te lo decía yo! I told you so! 3
    a) (expresando órdenes, deseos, advertencias):
    ¡porque lo digo yo! because I say so!;
    harás lo que yo diga you'll do as I say; dice que llames cuando llegues she says (you are) to phone when you get there; dijo que tuviéramos cuidado she said to be careful; diles que empiecen tell them to start; le dije que no lo hiciera I told him not to do it
    b)
    4
    a) (opinar, pensar) to think;
    ¡quién lo hubiera dicho! who would have thought o believed it?; es muy fácil — si tú lo dices … it's very easy — if you say so …
    b) (sugerir, comunicar):
    ¿te dice algo ese nombre? does that name mean anything to you? 5
    querer decir [palabra/persona] to mean;
    ¿qué quieres dicho con eso? what do you mean by that? 6 ( en locs) como quien dice so to speak; es decir that is; ¡he dicho! that's that o final!; ni que decir tiene que … it goes without saying that …; ¡no me digas! no!, you're kidding o joking! (colloq); por así decirlo so to speak; el qué dirán (fam) what other people (might) think; ver tb dicho 1
    verbo intransitivo
    papá — dime, hijo dad — yes, son?;
    quería pedirle un favor — usted dirá I wanted to ask you a favor — certainly, go ahead
    b) (Esp) ( al contestar el teléfono): ¿diga? or ¿dígame? hello?
    decirse verbo pronominal
    a) ( refl) to say … to oneself
    b) ( recípr) to say …. to each other;

    dicho 1
    ◊ - cha pp ver tb decir 2: dicho esto, se fue having said this, he left;
    con eso queda todo dicho that says it all; dicho de otro modo to put it another way, in other words; dicho sea de paso incidentally, by the way; y ¡dicho y hecho! en diez minutos estaba listo and, sure enough, ten minutes later there it was ■ adj dem (frml): en dichas ciudades … in these cities …; dicha información that information; dichos documentos (en escrito, documento) the above o (frml) said documents
    dicho 2 sustantivo masculino saying
    decir
    I m (dicho, sentencia) saying: es sólo un decir, it's just a manner of speaking
    II verbo transitivo
    1 to say: está diciendo una mentira/la verdad, she's telling a lie/the truth
    no dijo nada, he said nothing
    2 (con complemento indirecto) to tell: no le dije mi opinión, I didn't tell him my opinion
    les dijo que esperaran un rato, she told them to wait for a while
    3 (opinar, afirmar, proponer) ¿qué me dices de mi nuevo corte de pelo?, what do you think of my new haircut?, te digo que es una extravagancia, I think it's quite weird
    yo digo que vayamos a Cuenca, I suggest going to Cuenca
    4 (suscitar interés, una idea) to mean, appeal: ese libro no me dice nada, that book doesn't appeal to me
    ¿le dice algo esta cara?, does this face mean anything to you?
    5 (mostrar, indicar) to say, show: lo que hizo dice mucho en su favor, what he did says a lot for him
    su cara de decepción lo dice todo, his long face says it all Locuciones: Tel Esp diga o dígame, hello?
    digamos, let's say
    digo yo, in my opinion
    el qué dirán, what people will say
    es decir, that is (to say)
    ni que decir tiene, needless to say
    no decir esta boca es mía, not to say a word
    ¡no me digas!, really!
    por así decirlo, as it were o so to speak
    querer decir, to mean
    ¡y que lo digas!, you bet! ➣ Ver nota en mean ¿To tell o to say?
    Observa que to tell menciona a la persona a la cual va dirigida una frase: Dime tu nombre. Tell me your name. Les dijo que se fueran. He told them to go away.
    Por el contrario, to say se centra en el contenido del mensaje, sin importarnos a quién va dirigido: ¿Qué has dicho? What did you say? Dijo que sí. He said yes. ➣ Ver nota en tell.
    dicho,-a
    I adjetivo
    1 said, mentioned: ya os lo tengo dicho, I've told you before
    dicho de otro modo, in other words
    2 (mencionado con anterioridad) dicha publicación, the above-mentioned publication
    II m (refrán, sentencia) saying Locuciones: dicho y hecho, no sooner said than done
    mejor dicho, or rather ' dicho' also found in these entries: Spanish: actual - bastar - ciudad - coña - coordinador - coordinadora - decir - dejar - desvarío - dicha - diversa - diverso - frase - maldad - mamarrachada - molesta - molesto - mu - necedad - picardía - propiamente - reafirmarse - sentencia - tal - tata - tener - vez - arrepentido - bien - cómo - deber - estupidez - haber - impertinencia - indiscreción - ingenioso - injusticia - insensatez - insolencia - lengua - ligereza - limitar - majadería - mejor - mentiroso - mirar - mucho - negar - paso - pavada English: actual - bird - but - do - proper - rather - recollect - said - say - saying - should - soon - take back - what - witticism - word - go - hear - message - ought - point - something - well - wish

    English-spanish dictionary > dicho

  • 2 modo


    modo sustantivo masculino 1
    a) (manera, forma) way, manner (frml);
    del siguiente modo in the following manner; a mi modo de ver to my way of thinking, in my opinion; no lo digas de ese modo don't say it like that; de un modo u otro one way or another; su modo de ser the way he is; ( on signs) modo de empleo instructions for use, directions;
    b) ( en locs)
    a mi/tu/su modo (in) my/your/his (own) way;
    de cualquier modo ( de todas formas) ( indep) in any case, anyway; ( sin cuidado) anyhow; del mismo or de igual modo que just as, in the same way (that); ( para que) so that; de ningún modo puedo aceptar there's no way I can accept; de todos modos anyway, anyhow; en cierto modo in a way; ni modo (AmL exc CS fam) no way; traté de persuadirlo pero ni modo I tried to persuade him but it was no good; ni modo que te quedes aquí there's no way you're staying here (colloq) 2
    modos sustantivo masculino plural ( modales) manners (pl);
    con buenos/malos modos politely/rudely o impolitely
    modo sustantivo masculino
    1 (forma de hacer) way, manner: habla de un modo extraño, he speaks in a strange way
    2 Ling mode: modo imperativo, imperative mood 3 modos, manners: ¡no vengas aquí con esos malos modos!, don't come around here with those bad manners! ' modo' also found in these entries: Spanish: A - así - camino - cante - canto - carácter - censurar - cocina - como quiera - comoquiera - con - conforme - de - dicha - dicho - empleo - en - estilo - forma - ir - gustar - habla - igualmente - inciso - indicativa - indicativo - mirada - olla - parcial - pensión - poner - proceder - radical - reconocer - replicar - risa - según - sentada - sic - sistema - tal - temeraria - temerario - temperamento - tono - tres - uso - ver - vía - vida English: abrupt - alike - allowance - aloud - anyhow - as - at - captivate - casually - deliriously - depressingly - direction - dramatically - educationally - fashion - funnily - gloomily - haphazardly - harmlessly - illegibly - impressively - inadequately - incompletely - incomprehensibly - inconclusively - inconveniently - instruction - keenly - kind - loophole - love - maddeningly - manner - mode - modus operandi - mood - mother - nowhere - observe - offhandedly - originally - ostentatious - other - outrageous - pass round - plausibly - quizzical - ravishingly - reassuringly - reciprocally

    English-spanish dictionary > modo

  • 3 dicha


    dicha sustantivo femenino
    ¡qué dicha verlos a todos reunidos! what a joy to see you all together!;
    ¡qué dicha! dejó de llover (AmL fam) fantastic o wonderful! it's stopped raining!
    nunca es tarde si la dicha es buena better late than never

    dicho,-a
    I adjetivo
    1 said, mentioned: ya os lo tengo dicho, I've told you before
    dicho de otro modo, in other words
    2 (mencionado con anterioridad) dicha publicación, the above-mentioned publication
    II m (refrán, sentencia) saying Locuciones: dicho y hecho, no sooner said than done
    mejor dicho, or rather
    dicha sustantivo femenino
    1 happiness
    2 good luck ' dicha' also found in these entries: Spanish: dicho - ventura - alegría English: bliss - itself - joy - joyous

    English-spanish dictionary > dicha

  • 4 dit

    dit, -dite
    1 Dicho, cha: autrement dite, dicho de otro modo
    2 Llamado, da apellidado, da apodado, da
    3 Fijado, da señalado, da

    Dictionnaire Français-Espagnol > dit

  • 5 Wort

    vɔrt
    n
    palabra f, término m, vocablo m
    Wort [vɔrt, Plural: 'vɔrtə, 'vœrtɐ]
    <-(e)s, -e oder Wörter> palabra Feminin; (Ausdruck) expresión Feminin; (Begriff) término Maskulin; Wort für Wort palabra por palabra; im wahrsten Sinne des Wortes literalmente; in Worten en letra; mir fehlen die Worte no tengo palabras; davon ist kein Wort wahr ni una palabra de esto es verdad; ein paar Worte wechseln intercambiar cuatro palabras; ein offenes/ernstes Wort mit jemandem reden hablar claramente/en serio con alguien; ohne ein Wort des Bedauerns sin decir ni un "lo siento"; das Wort an jemanden richten dirigir la palabra a alguien; nicht viele Worte machen ir al grano; in Wort und Schrift en forma hablada y escrita; in Wort und Bild con texto e ilustraciones; jemanden mit leeren Worten abspeisen despachar a alguien con buenas palabras; etwas mit keinem Wort erwähnen no mencionar algo para nada; mit anderen Worten en otras palabras; jemanden (nicht) zu Wort kommen lassen (no) dejar hablar a alguien; ein Wort gab das andere se desencadenó una fuerte discusión; hast du Worte? (umgangssprachlich) ¿habráse visto?; das letzte Wort haben tener la última palabra; dein Wort in Gottes Ohr (umgangssprachlich) que Dios te oiga; das Wort hat Herr García el señor García tiene la palabra; das Wort ergreifen tomar la palabra; für jemanden ein gutes Wort einlegen interceder por alguien; du nimmst mir das Wort aus dem Munde me quitas la palabra de la boca; jemandem das Wort im Munde herumdrehen malinterpretar las palabras de alguien; jemandem ins Wort fallen interrumpir a alguien; etwas in Worte fassen formular algo con palabras; das glaube ich dir aufs Wort te lo creo a pie juntillas; dabei habe ich auch noch ein Wort mitzureden en esto también tengo que opinar yo; das geschriebene/gesprochene Wort la palabra escrita/hablada; jemandem sein Wort geben prometer algo a alguien; sein Wort halten cumplir su palabra; sein Wort brechen faltar a su palabra; jemanden beim Wort nehmen tomar la palabra a alguien; über jemanden/etwas kein Wort verlieren no gastar ni una palabra sobre alguien/algo
    1. (pl Wörter) [sprachliche Einheit] palabra femenino
    kein Wort sagen/glauben no decir /creer ni una palabra
    mir fehlen die Worte! ¡no tengo palabras!
    5. (ohne pl) [Zusage]
    das Wort haben /erteilen/ergreifen tener/ceder/tomar la palabra

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > Wort

  • 6 rañucar

    Rañucar, dícese así cuando los animales están pastiando en un prado que se encuentra sumamente pacido, entonces los animales sólo hacen rañucar, dicho de otro modo, simplemente se entretienen matando su hambre.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > rañucar

  • 7 titán

    "acabar con lo malo", favorecer el orisha al devoto apartando de él lo que es maléfico. Dicho de otro modo, oré ofé.

    Diccionario Yoruba-Español > titán

  • 8 слово

    сло́в||о
    1. vorto;
    2. (речь, выступление) parol(ad)o;
    3. (обещание) promeso, vorto;
    ♦ к \словоу (сказать) разг. bonokaze diri;
    слов нет kompreneble, sendube, certe.
    * * *
    с.
    1) palabra f; vocablo m, voz f (тж. как единица речи); discurso m (тк. речь на собрании)

    ла́сковое сло́во — palabra cariñosa

    оскорби́тельные сло́ва́ — palabras mayores (pesadas)

    заключи́тельное сло́во — discurso de clausura

    приве́тственное сло́во — alocución de bienvenida

    надгро́бное сло́во — oración fúnebre

    похва́льное сло́во — panegírico m

    рома́нс на сло́ва́ Ле́рмонтова — romanza con letra de Lérmontov

    дар сло́ва — don de palabra

    свобо́да сло́ва — libertad de palabra

    проси́ть сло́ва — pedir la palabra

    дава́ть сло́во ( на собрании) — conceder la palabra

    взять сло́во ( на собрании) — tomar la palabra

    лиши́ть сло́ва — quitar (retirar) la palabra

    не сказа́ть (не произнести́) ни сло́ва — no decir palabra, no decir esta boca es mía

    не находи́ть слов — no encontrar palabras

    без ли́шних слов — sin hablar de más, sin palabras vanas

    свои́ми сло́ва́ми — con sus propias palabras

    ины́ми сло́ва́ми — con otras palabras, hablando de otro modo

    в немно́гих сло́ва́х, в кра́тких сло́ва́х — en breves (en pocas) palabras

    2) ( обещание) palabra f

    че́стное сло́во — palabra de honor

    челове́к сло́ва — hombre de palabra

    сдержа́ть (своё) сло́во — cumplir su palabra

    нару́шить (своё) сло́во — faltar a su palabra

    взять сло́во с кого́-либо — hacer prometer (hacer dar su palabra) a alguien

    "Сло́во о полку́ И́гореве" — "Cantar de las huestes de Ígor"

    ••

    игра́ слов — juego de palabras, retruécano m

    одни́ (пусты́е) сло́ва́ — todo son palabras al aire (palabras hueras)

    не то сло́во! разг. — ¡claro que sí!

    э́то то́лько на сло́ва́х — esto no son más que palabras

    слов нет — no hay duda, ni que decir tiene

    сло́во за́ сло́во — de palabra en palabra, de plática en plática

    сло́во в сло́во — palabra por palabra

    в одно́ сло́во — a una, al mismo tiempo

    одни́м сло́вом — en una palabra

    к сло́ву сказа́ть — a propósito sea dicho

    в широ́ком смы́сле сло́ва — en el sentido amplio (lato) de la palabra

    по после́днему сло́ву те́хники — según la última palabra de la técnica

    взве́шивать свои́ сло́ва́ — medir (pesar) las palabras

    броса́ться (кида́ться) сло́ва́ми — prodigar promesas

    броса́ть сло́ва́ на ве́тер — hablar por hablar, gastar palabras (en balde)

    брать (взять) свои́ сло́ва́ обра́тно (наза́д) — retractarse, desdecirse (непр.)

    перейти́ от слов к де́лу — pasar de las palabras a los hechos

    ве́рить на́ сло́во ( кому-либо) — creer en la palabra (de), creer de palabra (a)

    замо́лвить сло́во за кого́-либо — interceder por alguien

    мо́жно Вас на два сло́ва? — ¿puedo decirle dos palabras?

    с чужи́х слов — por boca de otro (de ganso)

    лови́ть (пойма́ть) на сло́ве — coger por la palabra

    он за сло́вом в карма́н не ле́зет — es muy suelto de lengua, no tiene pelos en la lengua, tiene la respuesta a punto

    внача́ле бы́ло сло́во библ. — en el principio existía la palabra, en el principio era el verbo

    сло́во не воробе́й, вы́летит - не пойма́ешь посл. — palabra y piedra (bala) suelta no tienen vuelta, palabra echada mal puede ser retornada

    * * *
    с.
    1) palabra f; vocablo m, voz f (тж. как единица речи); discurso m (тк. речь на собрании)

    ла́сковое сло́во — palabra cariñosa

    оскорби́тельные сло́ва́ — palabras mayores (pesadas)

    заключи́тельное сло́во — discurso de clausura

    приве́тственное сло́во — alocución de bienvenida

    надгро́бное сло́во — oración fúnebre

    похва́льное сло́во — panegírico m

    рома́нс на сло́ва́ Ле́рмонтова — romanza con letra de Lérmontov

    дар сло́ва — don de palabra

    свобо́да сло́ва — libertad de palabra

    проси́ть сло́ва — pedir la palabra

    дава́ть сло́во ( на собрании) — conceder la palabra

    взять сло́во ( на собрании) — tomar la palabra

    лиши́ть сло́ва — quitar (retirar) la palabra

    не сказа́ть (не произнести́) ни сло́ва — no decir palabra, no decir esta boca es mía

    не находи́ть слов — no encontrar palabras

    без ли́шних слов — sin hablar de más, sin palabras vanas

    свои́ми сло́ва́ми — con sus propias palabras

    ины́ми сло́ва́ми — con otras palabras, hablando de otro modo

    в немно́гих сло́ва́х, в кра́тких сло́ва́х — en breves (en pocas) palabras

    2) ( обещание) palabra f

    че́стное сло́во — palabra de honor

    челове́к сло́ва — hombre de palabra

    сдержа́ть (своё) сло́во — cumplir su palabra

    нару́шить (своё) сло́во — faltar a su palabra

    взять сло́во с кого́-либо — hacer prometer (hacer dar su palabra) a alguien

    "Сло́во о полку́ И́гореве" — "Cantar de las huestes de Ígor"

    ••

    игра́ слов — juego de palabras, retruécano m

    одни́ (пусты́е) сло́ва́ — todo son palabras al aire (palabras hueras)

    не то сло́во! разг. — ¡claro que sí!

    э́то то́лько на сло́ва́х — esto no son más que palabras

    слов нет — no hay duda, ni que decir tiene

    сло́во за́ сло́во — de palabra en palabra, de plática en plática

    сло́во в сло́во — palabra por palabra

    в одно́ сло́во — a una, al mismo tiempo

    одни́м сло́вом — en una palabra

    к сло́ву сказа́ть — a propósito sea dicho

    в широ́ком смы́сле сло́ва — en el sentido amplio (lato) de la palabra

    по после́днему сло́ву те́хники — según la última palabra de la técnica

    взве́шивать свои́ сло́ва́ — medir (pesar) las palabras

    броса́ться (кида́ться) сло́ва́ми — prodigar promesas

    броса́ть сло́ва́ на ве́тер — hablar por hablar, gastar palabras (en balde)

    брать (взять) свои́ сло́ва́ обра́тно (наза́д) — retractarse, desdecirse (непр.)

    перейти́ от слов к де́лу — pasar de las palabras a los hechos

    ве́рить на́ сло́во ( кому-либо) — creer en la palabra (de), creer de palabra (a)

    замо́лвить сло́во за кого́-либо — interceder por alguien

    мо́жно Вас на два сло́ва? — ¿puedo decirle dos palabras?

    с чужи́х слов — por boca de otro (de ganso)

    лови́ть (пойма́ть) на сло́ве — coger por la palabra

    он за сло́вом в карма́н не ле́зет — es muy suelto de lengua, no tiene pelos en la lengua, tiene la respuesta a punto

    внача́ле бы́ло сло́во библ. — en el principio existía la palabra, en el principio era el verbo

    сло́во не воробе́й, вы́летит - не пойма́ешь посл. — palabra y piedra (bala) suelta no tienen vuelta, palabra echada mal puede ser retornada

    * * *
    n
    1) gener. dicho, discurso (тк. речь на собрании), vocablo, voz (тж. как единица речи), palabra, verbo, decir

    Diccionario universal ruso-español > слово

  • 9 anders

    1. 'andərs adj
    diferente, distinto
    2. 'andərs adv
    de otro modo, de otra manera

    anders denkend — de otra ideología, de otra mentalidad

    anders ['andɐs]
    de otra manera [als que], de otro modo [als que]; (unterschiedlich) distinto [als a/de]; (im Gegensatz) al contrario [als que]; anders ausgedrückt dicho de otra manera; anders denkend de otra opinión; anders Denkender persona de diferente parecer; anders gläubig que tiene otras creencias; sie sieht anders aus als ihre Schwester tiene otro aspecto que su hermana; ich habe es nicht anders erwartet no había esperado otra cosa; so und nicht anders así y de ningún otro modo; es geht nicht anders no se puede hacer de otro modo; ich habe es mir anders überlegt cambié de opinión; wie sollte es auch anders sein? no podía haber sido de otra manera; anders als sein Bruder,... al contrario que su hermano,...
    Adverb
    1. [andersartig, verschieden] de otra forma
    so und nicht anders, basta! ¡así y punto!
    2. [sonst]
    ————————
    Adjektiv

    Deutsch-Spanisch Wörterbuch > anders

  • 10 or

    o:
    1) (used to show an alternative: Is that your book or is it mine?) o
    2) (because if not: Hurry or you'll be late.) sino
    or conj
    1. o
    would you like meat or fish? ¿quieres carne o pescado?
    2. o / si no
    hurry up, or we'll miss the train date prisa, o se nos escapará el tren
    3. ni
    or
    tr[ɔːSMALLr/SMALL]
    1 (alternative - gen) o; (- before word beginning with o or ho) u
    come on, or we'll be late! ¡date prisa o llegaremos tarde!
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    or rather o mejor dicho
    or so más o menos
    or ['ɔr] conj
    coffee or tea: café o té
    one day or another: un día u otro
    he didn't have his keys or his wallet: no llevaba ni sus llaves ni su billetera
    conj.
    u conj.
    conj.
    de otro modo conj.
    o conj.
    u conj.
    = Oregon
    [ɔː(r)]
    CONJ
    1) (giving alternative) o; (before o-, ho-) u; (between numerals) ó

    would you like tea or coffee? — ¿quieres té o café?

    let me go or I'll scream! — ¡suélteme, o me pongo a gritar!

    hurry up or you'll miss the bus — date prisa, que vas a perder el autobús

    rain or no rain, you've got to go — con lluvia o sin lluvia, tienes que ir

    not... or... — no... ni...

    20 or so — unos veinte, veinte más o menos

    without relatives or friends — sin parientes ni amigos

    either 3., else
    2) (=that is) es decir

    botany, or the science of plants — botánica, es decir la ciencia que estudia las plantas

    or rather... — o mejor dicho..., o más bien...

    OR
    "U" and "ó" instead of "o"
    While or is usually translated by o, use u instead before words beginning with o and ho:
    ... two or three photos...... dos o tres fotos...
    ... for one reason or another...... por un motivo u otro...
    She was accused of parricide or homicide Se le acusó de parricidio u homicidio ► Write ó instead of o between numerals to prevent confusion with zero:
    ... 5 or 6...... 5 ó 6... NOTE: Remember to use ni with negatives. For further uses and examples, see main entry
    * * *
    = Oregon

    English-spanish dictionary > or

  • 11 word

    wə:d
    1. noun
    1) (the smallest unit of language (whether written, spoken or read).) palabra
    2) (a (brief) conversation: I'd like a (quick) word with you in my office.) palabra
    3) (news: When you get there, send word that you've arrived safely.) noticia
    4) (a solemn promise: He gave her his word that it would never happen again.) palabra

    2. verb
    (to express in written or spoken language: How are you going to word the letter so that it doesn't seem rude?) expresar
    - word processor
    - word processing
    - word-perfect
    - by word of mouth
    - get a word in edgeways
    - in a word
    - keep
    - break one's word
    - take someone at his word
    - take at his word
    - take someone's word for it
    - word for word

    word n palabra
    what's does this word mean? ¿qué significa esta palabra?
    he promised, he gave me his word me lo prometió, me dio su palabra
    I'll have a word with him about it hablaré con él / se lo comentaré
    tr[wɜːd]
    1 (gen) palabra
    he didn't say a word no dijo ni pío, no dijo ni una palabra
    don't breathe a word of this no digas nada de esto, ni palabra de esto
    2 (message, news) noticia
    word came that... llegó noticia (de) que...
    3 (promise) palabra
    5 SMALLLINGUISTICS/SMALL palabra, vocablo, voz nombre femenino
    2 the Word SMALLRELIGION/SMALL el Verbo
    1 (discussion, talk) palabras nombre femenino plural
    1 expresar, formular, redactar
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    from the word go desde el principio
    in a word en una palabra
    in other words o sea, es decir, en otras palabras
    mark my words fíjate en lo que te digo
    not in so many words no exactamente, no directamente, no con esas palabras
    not to have a good word to say for somebody/something no decir absolutamente nada en favor de alguien/algo
    to be as good as one's word cumplir su palabra
    to be the last word in something ser el último grito en algo
    to break/go back on one's word faltar a la palabra
    to have a word with somebody hablar con alguien
    to have somebody's word for it that... tener la palabra de alguien que...
    to have the last word decir la última palabra
    to have words with somebody discutir con alguien, tener unas palabras con alguien
    to keep one's word cumplir su palabra
    not to mince one's words no tener pelos en la lengua
    to put in/say a good word for somebody (intercede) interceder por alguien 2 (recommend) recomendar a alguien
    to put something into words expresar algo con palabras
    to put words in somebody's mouth poner palabras en boca de alguien
    to take somebody at their word cogerle la palabra a alguien/algo
    to take somebody's word for it aceptar lo que alguien le dice, creer a alguien, confiar en la palabra de alguien
    to take the words out of somebody's mouth quitarle la palabra de la boca a alguien
    too... for words de lo más... que hay, indescriptiblemente...
    upon my word! ¡caramba!
    without a word sin decir palabra, sin chistar
    word for word palabra por palabra
    words fail me no sé qué decir, no tengo palabras
    a word of advice un consejo
    a word of warning una advertencia
    word of honour palabra de honor
    word processing procesamiento de textos, tratamiento de textos
    word processor procesador nombre masculino de textos
    word ['wərd] vt
    : expresar, formular, redactar
    word n
    1) : palabra f, vocablo m, voz f
    word for word: palabra por palabra
    in one's own words: en sus propias palabras
    words fail me: me quedo sin habla
    2) remark: palabra f
    by word of mouth: de palabra
    to have a word with: hablar (dos palabras) con
    3) command: orden f
    to give the word: dar la orden
    just say the word: no tienes que decirlo
    4) message, news: noticias fpl
    is there any word from her?: ¿hay noticias de ella?
    to send word: mandar un recado
    5) promise: palabra f
    to keep one's word: cumplir uno su palabra
    6) words npl
    quarrel: palabra f, riña f
    to have words with: tener unas palabras con, reñir con
    7) words npl
    text: letra f (de una canción, etc.)
    v.
    expresar v.
    redactar v.
    n.
    dicción s.f.
    noticias s.f.pl.
    orden s.m.
    palabra s.f.
    palabras mayores s.m.
    verbo s.m.
    vocablo s.m.
    voz s.f.

    I wɜːrd, wɜːd
    1) c (term, expression) palabra f, vocablo m (frml), voz f (frml)

    `greenhouse' is written as one word — `greenhouse' se escribe todo junto

    it's a long o big word — es una palabra difícil

    bad o naughty o rude word — palabrota f, mala palabra f (esp AmL), garabato m (Chi)

    what's the German word for `dog'? — ¿cómo se dice `perro' en alemán?

    what's another word for `holiday'? — dame un sinónimo de `holiday'

    he was... what's the word?... excommunicated — lo... ¿cómo se dice?... lo excomulgaron

    he didn't say so in so many words, but that's what he meant — no lo dijo así or con esas palabras, pero eso es lo que quiso decir

    I have serious doubts about it - in other words you don't trust me — tengo mis serias dudas al respecto - lo que me estás diciendo es que no me tienes confianza

    to have a way with words — tener* mucha labia or facilidad de palabra

    to be lost for wordsno encontrar* palabras, no saber* qué decir

    2) c ( thing said) palabra f

    famous last words! — (set phrase)

    nothing can possibly go wrong -famous last words! — nada puede salir mal -sí, créetelo! (iró)

    without a word of a lie — (BrE) palabra (de honor)!

    by word of mouth: the news spread by word of mouth la noticia se fue transmitiendo or propagando de boca en boca; people got to know about it by word of mouth la gente se enteró porque se corrió la voz; from the word go desde el primer momento or desde el principio, desde el vamos (CS); the last word: to have the last word tener* or decir* la última palabra; the last word in computers la última palabra en computadoras; to eat one's words: I was forced to eat my words me tuve que tragar lo que había dicho; to get a word in edgewise o (BrE) edgeways meter baza, meter la cuchara (fam); to hang on somebody's every word sorber las palabras de alguien; to have a word with somebody about something hablar con alguien de or sobre algo; to have a word in somebody's ear about something (BrE) hablar en privado con alguien de or sobre algo; to have words with somebody tener* unas palabras con alguien; to put in a (good) word for somebody recomendar* a alguien; ( for somebody in trouble) interceder por alguien; to put words into somebody's mouth atribuirle* a alguien algo que no dijo; to take the words out of somebody's mouth quitarle la(s) palabra(s) de la boca a alguien; to waste words gastar saliva; to weigh one's words medir* sus (or mis etc) palabras; there's many a true word spoken in jest! — lo dices en broma, pero...; mince I

    3) ( assurance) (no pl) palabra f

    to keep/give one's word — cumplir/dar* su (or mi etc) palabra

    to break one's word, to go back on one's word faltar a su (or mi etc) palabra; we only have his word for it no tenemos pruebas de ello, solo su palabra; you can take my word for it te lo aseguro; a man of his word un hombre de palabra; to be as good as one's word: he was there all right, as good as his word allí estaba, tal como lo había prometido; to take somebody at her/his word — tomarle la palabra a alguien

    4)
    a) u (news, message)

    she left word with her secretary that... — dejó recado con la secretaria de que..., le dejó dicho a la secretaria que... (CS)

    word has it that... — corre la noticia or el rumor or la voz de que..., dicen que..., se dice que...

    to put the word out o about that... — hacer* correr la voz de que...

    to give the word (to + inf) — dar* la orden (de + inf)

    5) words pl
    a) ( lyrics) letra f
    b) ( Theat)
    6) c ( Comput) palabra f
    7)
    a) ( Bib)
    b) ( Relig)

    the word — el evangelio, la palabra de Dios


    II
    transitive verb \<\<document/letter\>\> redactar; \<\<question\>\> formular
    [wɜːd]
    1. N
    1) (gen) palabra f; (=remark) palabra f; (Ling) voz f, vocablo m

    the words(=lyrics) la letra

    I won't hear a word against him — no permito que se le critique

    a big word *una palabra difícil

    in word and deedde palabra y hecho

    words fail me — no me lo puedo creer

    a man of few words — un hombre nada locuaz

    I can't find (the) words to tell you... — no encuentro palabras para decirte...

    fine words — palabras elocuentes (pero quizá poco sinceras)

    word for word — palabra por palabra

    what's the word for "shop" in Spanish? — ¿cómo se dice "shop" en español?

    silly isn't the word for it — ¡llamarle estúpido es poco!

    I can't get a word out of him — no logro sacarle una palabra

    in a word — en pocas palabras, en una palabra

    in other words — en otros términos, es decir, esto es

    in the words of Calderón — con palabras de Calderón, como dice Calderón

    she didn't say so in so many words — no lo dijo exactamente así, no lo dijo así concretamente

    to have the last word in an argument — decir la última palabra en una discusión

    to measure one's words — medir las palabras

    by word of mouth — verbalmente, de palabra

    a word of advice — un consejo

    I can't put my feelings into words — no tengo palabras para expresar lo que siento

    to put in a (good) word for sb — avalar a algn, interceder por algn

    don't say a word about it — no digas nada de eso

    nobody had a good word to say about him — nadie quería defenderle, nadie habló en su favor

    I now call on Mr Allison to say a few words — ahora le cedo la palabra al Sr. Allison, ahora le invito al Sr. Allison a hacer uso de la palabra

    to weigh one's words — medir las palabras

    with these words, he sat down — y tras pronunciar estas palabras se sentó

    without a word — sin decir palabra or ni pío

    - a word to the wise
    breathe 1., 2), eat 1., edgeways, mince
    2) (=talk)

    to have a word with sb — hablar (dos palabras) con algn, tener unas palabras con algn

    I'll have a word with him about it — lo hablaré con él, se lo mencionaré

    could I have a (short) word with you? — ¿puedo hablar un momento contigo?

    to have a word in sb's ear(Brit) decir algo a algn en confianza

    3) (=angry words)

    to have words with sb — reñir or (esp LAm) pelear(se) con algn

    words passed between them — cambiaron algunas palabras injuriosas

    4) (no pl) (=message) recado m; (=news) noticia f, aviso m

    to bring word of sth to sb — informar a algn de algo

    word came that... — llegó noticia de que..., se supo que...

    if word gets out that... — si sale a la luz que..., si llega a saberse que...

    the word is going round that... — se dice que..., corre la voz de que...

    word has it that..., the word is that... — se dice que...

    to leave word (with/for sb) that... — dejar recado (con/para algn) de que..., dejar dicho (con/para algn) que...

    there's still no word from John — todavía no sabemos nada de John

    pass the word that it's time to go — diles que es hora de marcharnos

    to send word — mandar recado

    to spread the word — propagar la noticia

    5) (no pl) (=promise, assurance) palabra f (de honor)

    it's his word against mine — es su palabra contra la mía

    to take sb at his word — aceptar lo que algn dice

    to break one's word — faltar a or no cumplir la palabra

    to give sb one's word (that...) — dar la palabra a algn (de que...)

    to go back on one's word — faltar a la palabra

    you have my word — tienes mi palabra

    we only have or we've only got her word for it — todo lo que sabemos es lo que ella dice

    to hold or keep sb to his word — hacer que algn cumpla su palabra

    word of honourpalabra f, palabra f de honor

    to keep one's word — cumplir (lo prometido)

    (upon) my word! — ¡caramba!

    he's a man of his word — es hombre de palabra

    I take your word for it — te creo, ¡basta con que me lo digas! *

    - his word is
    - be as good as one's word
    6) (no pl) (=command) orden f

    word of commandvoz f de mando

    7) (Rel) verbo m, palabra f
    2.
    VT [+ letter etc] redactar

    how shall we word it? — ¿cómo lo expresamos?

    3.
    CPD

    word association N — (Psych) asociación f de palabras

    word class Ncategoría f gramatical (de las palabras)

    word count Nrecuento m de vocabulario

    word formation Nformación f de palabras

    word game Njuego m de formación de palabras

    word list Nlista f de palabras, vocabulario m

    word order Norden m de palabras

    word processing Nprocesamiento m de textos

    word processor Nprocesador m de textos

    * * *

    I [wɜːrd, wɜːd]
    1) c (term, expression) palabra f, vocablo m (frml), voz f (frml)

    `greenhouse' is written as one word — `greenhouse' se escribe todo junto

    it's a long o big word — es una palabra difícil

    bad o naughty o rude word — palabrota f, mala palabra f (esp AmL), garabato m (Chi)

    what's the German word for `dog'? — ¿cómo se dice `perro' en alemán?

    what's another word for `holiday'? — dame un sinónimo de `holiday'

    he was... what's the word?... excommunicated — lo... ¿cómo se dice?... lo excomulgaron

    he didn't say so in so many words, but that's what he meant — no lo dijo así or con esas palabras, pero eso es lo que quiso decir

    I have serious doubts about it - in other words you don't trust me — tengo mis serias dudas al respecto - lo que me estás diciendo es que no me tienes confianza

    to have a way with words — tener* mucha labia or facilidad de palabra

    to be lost for wordsno encontrar* palabras, no saber* qué decir

    2) c ( thing said) palabra f

    famous last words! — (set phrase)

    nothing can possibly go wrong -famous last words! — nada puede salir mal -sí, créetelo! (iró)

    without a word of a lie — (BrE) palabra (de honor)!

    by word of mouth: the news spread by word of mouth la noticia se fue transmitiendo or propagando de boca en boca; people got to know about it by word of mouth la gente se enteró porque se corrió la voz; from the word go desde el primer momento or desde el principio, desde el vamos (CS); the last word: to have the last word tener* or decir* la última palabra; the last word in computers la última palabra en computadoras; to eat one's words: I was forced to eat my words me tuve que tragar lo que había dicho; to get a word in edgewise o (BrE) edgeways meter baza, meter la cuchara (fam); to hang on somebody's every word sorber las palabras de alguien; to have a word with somebody about something hablar con alguien de or sobre algo; to have a word in somebody's ear about something (BrE) hablar en privado con alguien de or sobre algo; to have words with somebody tener* unas palabras con alguien; to put in a (good) word for somebody recomendar* a alguien; ( for somebody in trouble) interceder por alguien; to put words into somebody's mouth atribuirle* a alguien algo que no dijo; to take the words out of somebody's mouth quitarle la(s) palabra(s) de la boca a alguien; to waste words gastar saliva; to weigh one's words medir* sus (or mis etc) palabras; there's many a true word spoken in jest! — lo dices en broma, pero...; mince I

    3) ( assurance) (no pl) palabra f

    to keep/give one's word — cumplir/dar* su (or mi etc) palabra

    to break one's word, to go back on one's word faltar a su (or mi etc) palabra; we only have his word for it no tenemos pruebas de ello, solo su palabra; you can take my word for it te lo aseguro; a man of his word un hombre de palabra; to be as good as one's word: he was there all right, as good as his word allí estaba, tal como lo había prometido; to take somebody at her/his word — tomarle la palabra a alguien

    4)
    a) u (news, message)

    she left word with her secretary that... — dejó recado con la secretaria de que..., le dejó dicho a la secretaria que... (CS)

    word has it that... — corre la noticia or el rumor or la voz de que..., dicen que..., se dice que...

    to put the word out o about that... — hacer* correr la voz de que...

    to give the word (to + inf) — dar* la orden (de + inf)

    5) words pl
    a) ( lyrics) letra f
    b) ( Theat)
    6) c ( Comput) palabra f
    7)
    a) ( Bib)
    b) ( Relig)

    the word — el evangelio, la palabra de Dios


    II
    transitive verb \<\<document/letter\>\> redactar; \<\<question\>\> formular

    English-spanish dictionary > word

  • 12 OR

    o:
    1) (used to show an alternative: Is that your book or is it mine?) o
    2) (because if not: Hurry or you'll be late.) sino
    or conj
    1. o
    would you like meat or fish? ¿quieres carne o pescado?
    2. o / si no
    hurry up, or we'll miss the train date prisa, o se nos escapará el tren
    3. ni
    or
    tr[ɔːSMALLr/SMALL]
    1 (alternative - gen) o; (- before word beginning with o or ho) u
    come on, or we'll be late! ¡date prisa o llegaremos tarde!
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    or rather o mejor dicho
    or so más o menos
    or ['ɔr] conj
    coffee or tea: café o té
    one day or another: un día u otro
    he didn't have his keys or his wallet: no llevaba ni sus llaves ni su billetera
    conj.
    u conj.
    conj.
    de otro modo conj.
    o conj.
    u conj.
    = Oregon
    ABBR
    1) = operations {or}3} operational research
    2) (US)
    = Oregon
    3) (Sport)
    = Olympic record
    * * *
    = Oregon

    English-spanish dictionary > OR

  • 13 xabarciar

    Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino, hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones? —Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes, sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador! ¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder, pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada, porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre, enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro: —Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una amabilidad,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos. —¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA" —Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada, descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo, le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > xabarciar

  • 14 так

    так
    1. (таким образом) tiel, tiamaniere;
    \так же, как... tiel same kiel...;
    \так и́ли ина́че tiel aŭ aliel, ĉiaokaze;
    \так наприме́р ekzemple;
    \так то́чно ĝuste tiel;
    \так, что́бы... tiel ke (+ imperativo);
    2. (настолько) tiom;
    он \так измени́лся, что... li tiom ŝanĝiĝis ke...;
    бу́дьте \так добры́ estu (tiom) afabla;
    3. частица (утвердительная) jes;
    4. союз (следовательно) do;
    \так вот где... do jen kie...;
    ♦ и \так да́лее kaj tiel plu;
    \так ему́ и на́до kiel li meritis, tiel li profitis;
    \так и быть! do estu tiel!;
    \так как ĉar;
    \так себе́ разг. meze, iele;
    не \так ли? ĉu ne?;
    здесь что́-то не \так io ne taŭgas ĉi tie.
    * * *
    1) нареч. ( таким образом) así, de (esta) manera

    так, как ну́жно — como se debe

    так же, как... — lo mismo que..., así como...

    так и́ли и́на́че — de un modo o de otro

    (и) так и э́так — así y así, ya de una manera ya de otra

    не так ли? — ¿no es así?

    сде́лайте так — hágalo así

    так говори́тся — así se dice

    так говоря́т — así (lo) dicen

    говори́ть так, что́бы всем бы́ло слы́шно — hablar de manera que todos oigan

    э́то тебе́ так (да́ром) не пройдёт! — ¡esto no te pasará así!; ¡esto no te quedará impune!

    2) нареч. ( настолько) tanto (после гл.); tan (перед прил. или нареч.)

    он так мно́го ходи́л, что уста́л — anduvo tanto que se cansó

    она́ так умна́ — es tan inteligente

    не так ско́ро — no tan de prisa

    бу́дьте так до́бры́ — tenga la bondad (de)

    3) частица утверд. eso, eso es, sí

    так он вам сказа́л? - И́менно так! — ¿eso le ha dicho? - ¡Precisamente eso!

    так вы его́ зна́ете! — ¡pero le conoce Ud.!

    так вот где... — luego es aquí, donde..., pero es aquí, donde...

    ••

    так как союз — porque, ya que, puesto que, como

    так что союзasí que

    так называ́емый — (así) llamado, supuesto, sediciente

    так сказа́ть разг.por decirlo así

    так и есть! — ¡así es!; ¡en realidad!

    так и быть! — ¡sea así!, ¡así sea!

    за так прост. — así como así, de balde, de mogollón

    так его́ (её, их)! — ¡dale (dales) duro!

    так ему́ и на́до — se lo merece; le está (muy) bien, le está bien empleado

    так то́чно! воен. — ¡a sus órdenes!

    так себе́ разг. — así, así; tal cual, medianamente; regular (в знач. сказ.); así no más (Лат. Ам.)

    так на так прост. ( при мене) — taz a taz

    как так? — ¿cómo así?

    как бы не так! — ¡de ningún modo!, ¡ni por asomo!, ¡ni por esas!

    тут что́-то не так — aquí hay gato encerrado

    и так да́лее (сокр. и т.д.) — (y) así sucesivamente, etcétera (сокр. etc.)

    * * *
    1) нареч. ( таким образом) así, de (esta) manera

    так, как ну́жно — como se debe

    так же, как... — lo mismo que..., así como...

    так и́ли и́на́че — de un modo o de otro

    (и) так и э́так — así y así, ya de una manera ya de otra

    не так ли? — ¿no es así?

    сде́лайте так — hágalo así

    так говори́тся — así se dice

    так говоря́т — así (lo) dicen

    говори́ть так, что́бы всем бы́ло слы́шно — hablar de manera que todos oigan

    э́то тебе́ так (да́ром) не пройдёт! — ¡esto no te pasará así!; ¡esto no te quedará impune!

    2) нареч. ( настолько) tanto (после гл.); tan (перед прил. или нареч.)

    он так мно́го ходи́л, что уста́л — anduvo tanto que se cansó

    она́ так умна́ — es tan inteligente

    не так ско́ро — no tan de prisa

    бу́дьте так до́бры́ — tenga la bondad (de)

    3) частица утверд. eso, eso es, sí

    так он вам сказа́л? - И́менно так! — ¿eso le ha dicho? - ¡Precisamente eso!

    так вы его́ зна́ете! — ¡pero le conoce Ud.!

    так вот где... — luego es aquí, donde..., pero es aquí, donde...

    ••

    так как союз — porque, ya que, puesto que, como

    так что союзasí que

    так называ́емый — (así) llamado, supuesto, sediciente

    так сказа́ть разг.por decirlo así

    так и есть! — ¡así es!; ¡en realidad!

    так и быть! — ¡sea así!, ¡así sea!

    за так прост. — así como así, de balde, de mogollón

    так его́ (её, их)! — ¡dale (dales) duro!

    так ему́ и на́до — se lo merece; le está (muy) bien, le está bien empleado

    так то́чно! воен. — ¡a sus órdenes!

    так себе́ разг. — así, así; tal cual, medianamente; regular (в знач. сказ.); así no más (Лат. Ам.)

    так на так прост. ( при мене) — taz a taz

    как так? — ¿cómo así?

    как бы не так! — ¡de ningún modo!, ¡ni por asomo!, ¡ni por esas!

    тут что́-то не так — aquí hay gato encerrado

    и так да́лее (сокр. и т.д.) — (y) así sucesivamente, etcétera (сокр. etc.)

    * * *
    part.
    gener. (ñàñáîëüêî) tanto (после гл.), (следовательно) luego, (таким образом) asй, de (esta) manera, eso, eso es, pues, sì, tal, talmente, tan (перед прил. или нареч.)

    Diccionario universal ruso-español > так

  • 15 some

    1. pronoun, adjective
    1) (an indefinite amount or number (of): I can see some people walking across the field; You'll need some money if you're going shopping; Some of the ink was spilt on the desk.) algún, algo, cierto, unos, algunos, ciertos
    2) ((said with emphasis) a certain, or small, amount or number (of): `Has she any experience of the work?' `Yes, she has some.'; Some people like the idea and some don't.) alguno
    3) ((said with emphasis) at least one / a few / a bit (of): Surely there are some people who agree with me?; I don't need much rest from work, but I must have some.) un poco, unos pocos
    4) (certain: He's quite kind in some ways.) cierto

    2. adjective
    1) (a large, considerable or impressive (amount or number of): I spent some time trying to convince her; I'll have some problem sorting out these papers!) bastante
    2) (an unidentified or unnamed (thing, person etc): She was hunting for some book that she's lost.) algún
    3) ((used with numbers) about; at a rough estimate: There were some thirty people at the reception.) unos, cerca de, alrededor de

    3. adverb
    ((American) somewhat; to a certain extent: I think we've progressed some.) un poco, algo
    - someday
    - somehow
    - someone
    - something
    - sometime
    - sometimes
    - somewhat
    - somewhere
    - mean something
    - or something
    - something like
    - something tells me

    some1 adj
    1. un poco de / algo de
    do you want some more cake? ¿quieres un poco más de tarta?
    would you like some tea? ¿quieres té?
    2. unos / algunos
    some2 pron
    1. un poco / algo
    I've made some coffee would you like some? he hecho café ¿quieres un poco?
    2. unos / algunos
    tr[sʌm]
    1 (with plural noun) unos,-as, algunos,-as; (a few) unos,-as cuantos,-as, unos,-as pocos,-as
    would you like some biscuits? ¿quieres galletas?
    2 (with singular noun) algún, alguna; (a little) algo de, un poco de
    would you like some coffee? ¿quieres café?
    3 (certain) cierto,-a, alguno,-a
    4 (unknown, unspecified) algún, alguna
    some day algún día, un día de éstos
    some other time otra vez, otro día
    5 (quite a lot of) bastante
    6 familiar ironic (none, not at all) valiente, menudo,-a
    some help that was! ¡valiente ayuda!
    some friend you are! ¡valiente amigo eres tú!, ¡menudo amigo eres!
    7 familiar (quite a, a fine) menudo,-a
    that was some meal! ¡menuda comida!, ¡ésa sí que era una comida!, ¡vaya comilona!
    he's quite some guy! ¡menudo tío!
    1 (unspecified number) unos,-as, algunos,-as
    keys? - I saw some on the table ¿llaves? - he visto unas sobre la mesa
    if you want more paper, there's some in the drawer si te hace falta más papel, hay en el cajón
    3 (certain ones) ciertos,-as, algunos,-as; (a certain part) algo, un poco, parte nombre femenino
    1 (approximately, about) unos,-as, alrededor de, aproximadamente
    2 SMALLAMERICAN ENGLISH/SMALL familiar (rather, a little) un poco
    some ['sʌm] adj
    1) : un, algún
    some lady stopped me: una mujer me detuvo
    some distant galaxy: alguna galaxia lejana
    2) : algo de, un poco de
    he drank some water: tomó (un poco de) agua
    3) : unos
    do you want some apples?: ¿quieres unas manzanas?
    some years ago: hace varios años
    some pron
    1) : algunos
    some went, others stayed: algunos se fueron, otros se quedaron
    2) : un poco, algo
    there's some left: queda un poco
    I have gum; do you want some?: tengo chicle, ¿quieres?
    adj.
    alguno adj.
    algún adj.
    un poco de adj.
    uno, -a adj.
    unos adj.
    vario, -a adj.
    adv.
    algunos adv.
    mucho adv.
    muy adv.
    pron.
    alguno pron.
    algunos pron.
    uno pron.
    unos pron.

    I sʌm, weak form səm
    1)
    a) ( unstated number or type) (+ pl n) unos, unas

    there were some boys/girls in the park — había unos or algunos niños/unas or algunas niñas en el parque

    I need some new shoes/scissors — necesito (unos) zapatos nuevos/una tijera nueva

    would you like some cherries? — ¿quieres (unas) cerezas?

    b) ( unstated quantity or type) (+ uncount n)

    would you like some coffee? — ¿quieres café?

    2) (a, one) (+ sing count noun) algún, -guna
    3)
    a) (particular, not all) (+ pl n) algunos, -nas
    b) (part of, not whole) (+ uncount n)

    some German wine is red, but most is white — Alemania produce algunos vinos tintos pero la mayoría son blancos

    4)
    a) (not many, a few) algunos, -nas
    b) (not much, a little) un poco de
    5)
    a) (several, many)
    6) (colloq)

    that's some car you've got! — vaya coche que tienes!, qué cochazo tienes!

    b) (stressing remarkable, ridiculous nature)

    II
    1)
    a) ( a number of things or people) algunos, -nas
    b) ( an amount)

    there's no salt left; we'll have to buy some — no queda sal; vamos a tener que comprar

    2)
    a) ( a number of a group) algunos, -nas

    some of what I've writtenalgo or parte de lo que he escrito

    the coffee's ready: would you like some? — el café está listo: ¿quieres?

    3) ( certain people) algunos, -nas

    some say that... — algunos dicen que...


    III
    adverb ( approximately) unos, unas; alrededor de

    there were some fifty people there — había unas cincuenta personas, había alrededor de cincuenta personas

    [sʌm]
    1. ADJECTIVE
    1) (=an amount of)
    When refers to something you can't count, it usually isn't translated:

    will you have some tea? — ¿quieres té?

    have some more caketoma or sírvete más pastel

    you've got some money, haven't you? — tienes dinero, ¿no?

    2) (=a little) algo de, un poco de

    she has some experience with childrentiene algo de or un poco de experiencia con niños

    the book was some help, but not much — el libro ayudó algo or un poco, pero no mucho, el libro fue de alguna ayuda, pero no mucha

    3) (=a number of) unos

    would you like some sweets/grapes? — ¿quieres caramelos/uvas?

    we've got some biscuits, haven't we? — tenemos galletas, ¿no?

    you need some new trousers/glasses — necesitas unos pantalones nuevos/unas gafas nuevas

    4) (=certain)

    some people say that... — algunos dicen que..., algunas personas dicen que..., hay gente que dice que...

    some people hate fish — algunas personas odian el pescado, hay gente que odia el pescado

    some people have all the luck! — ¡los hay que tienen suerte!, ¡algunos parece que nacen de pie! *

    in some ways he's righten cierto modo or sentido, tiene razón

    I paid for mine, unlike some people I could mention — yo pagué el mío, no como ciertas personas or algunos a los que no quiero nombrar

    5) (indefinite) algún + masc noun, alguna + fem noun

    for some reason (or other) — por alguna razón, por una u otra razón

    this will give you some idea of... — esto te dará una idea de...

    let's make it some other time — hagámoslo otro día

    6) (=a considerable amount of) bastante

    she is some few years younger than him — es bastantes años más joven que él

    I haven't seen him for some timehace bastante (tiempo) que no lo veo

    length 1., 4)
    7) (=a considerable number of)
    8) *
    emphatic

    that's some fish! — ¡eso sí que es un pez!, ¡eso es lo que se llama un pez!, ¡vaya pez!

    that's some woman — ¡qué mujer!

    it was some party — ¡vaya fiesta!, ¡menuda fiesta!

    b) iro

    "he says he's my friend" - "some friend!" — -dice que es mi amigo -¡menudo amigo!

    you're some help, you are! — ¡vaya ayuda das!, ¡menuda ayuda eres tú!

    some expert! — ¡valiente experto!

    some people! — ¡qué gente!

    2. PRONOUN
    1) (=a certain amount, a little) un poco

    have some! — ¡toma un poco!

    could I have some of that cheese? — ¿me das un poco de ese queso?

    thanks, I've got some — gracias, ya tengo

    "I haven't got any paper" - "I'll give you some" — -no tengo nada de papel -yo te doy

    it would cost twice that much and then some *costaría el doble de eso y algo más de propina *

    2) (=a part) una parte

    give me some! — ¡dame un poco!

    3) (=a number) algunos(-as) mpl/fpl

    I don't want them all, but I'd like some — no los quiero todos, pero sí unos pocos or cuantos, no los quiero todos, pero sí algunos

    would you like some? — ¿quieres unos pocos or cuantos?, ¿quieres algunos?

    4) (=certain people) algunos, algunas personas

    some believe that... — algunos creen que..., algunas personas creen que..., hay gente que cree que...

    3. ADVERB
    1) (=about)

    some 20 people — unas 20 personas, una veintena de personas

    some £30 — unas 30 libras

    2) (esp US)
    *
    a) (=a lot) mucho

    Edinburgh to London in five hours, that's going some! — de Edimburgo a Londres en cinco horas, ¡eso sí que es rapidez!

    b) (=a little)
    * * *

    I [sʌm], weak form [səm]
    1)
    a) ( unstated number or type) (+ pl n) unos, unas

    there were some boys/girls in the park — había unos or algunos niños/unas or algunas niñas en el parque

    I need some new shoes/scissors — necesito (unos) zapatos nuevos/una tijera nueva

    would you like some cherries? — ¿quieres (unas) cerezas?

    b) ( unstated quantity or type) (+ uncount n)

    would you like some coffee? — ¿quieres café?

    2) (a, one) (+ sing count noun) algún, -guna
    3)
    a) (particular, not all) (+ pl n) algunos, -nas
    b) (part of, not whole) (+ uncount n)

    some German wine is red, but most is white — Alemania produce algunos vinos tintos pero la mayoría son blancos

    4)
    a) (not many, a few) algunos, -nas
    b) (not much, a little) un poco de
    5)
    a) (several, many)
    6) (colloq)

    that's some car you've got! — vaya coche que tienes!, qué cochazo tienes!

    b) (stressing remarkable, ridiculous nature)

    II
    1)
    a) ( a number of things or people) algunos, -nas
    b) ( an amount)

    there's no salt left; we'll have to buy some — no queda sal; vamos a tener que comprar

    2)
    a) ( a number of a group) algunos, -nas

    some of what I've writtenalgo or parte de lo que he escrito

    the coffee's ready: would you like some? — el café está listo: ¿quieres?

    3) ( certain people) algunos, -nas

    some say that... — algunos dicen que...


    III
    adverb ( approximately) unos, unas; alrededor de

    there were some fifty people there — había unas cincuenta personas, había alrededor de cincuenta personas

    English-spanish dictionary > some

  • 16 mean

    mi:n
    I adjective
    1) (not generous (with money etc): He's very mean (with his money / over pay).) mezquino, tacaño, agarrado
    2) (likely or intending to cause harm or annoyance: It is mean to tell lies.) mezquino, malo
    3) ((especially American) bad-tempered, vicious or cruel: a mean mood.) malo, malhumorado
    4) ((of a house etc) of poor quality; humble: a mean dwelling.) humilde, pobre
    - meanness
    - meanie

    II
    1. adjective
    1) ((of a statistic) having the middle position between two points, quantities etc: the mean value on a graph.)
    2) (average: the mean annual rainfall.)

    2. noun
    (something that is midway between two opposite ends or extremes: Three is the mean of the series one to five.) término medio

    III
    1. past tense, past participle - meant; verb
    1) (to (intend to) express, show or indicate: `Vacation' means `holiday'; What do you mean by (saying/doing) that?) querer decir
    2) (to intend: I meant to go to the exhibition but forgot; For whom was that letter meant?; He means (= is determined) to be a rich man some day.) tener la intención, tener pensado

    2. adjective
    ((of a look, glance etc) showing a certain feeling or giving a certain message: The teacher gave the boy a meaning look when he arrived late.) significativo
    - meaningless
    - be meant to
    - mean well

    mean1 adj
    1. malo / malicioso / cruel / antipático
    don't be so mean! ¡no seas tan malo!
    2. mezquino / tacaño
    mean2 vb
    1. significar / querer decir
    what does "ceiling" mean? ¿qué quiere decir "ceiling"?
    2. pretender / querer / tener la intención
    tr[miːn]
    1 (average) medio,-a
    1 (average) promedio
    2 SMALLMATHEMATICS/SMALL media
    3 (middle term) término medio
    ————————
    tr[miːn]
    1 (miserly, selfish - person) mezquino,-a, tacaño,-a, agarrado,-a; (portion etc) mezquino,-a, miserable
    2 (unkind) malo,-a, antipático,-a; (petty) mezquino,-a; (ashamed) avergonzado,-a
    3 SMALLAMERICAN ENGLISH/SMALL familiar (person - nasty) malo,-a; (- bad-tempered) malhumorado,-a; (animal) feroz
    4 dated (low, poor) humilde, pobre
    5 familiar (skilful, great) excelente, de primera, genial
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to be no mean ser todo,-a un,-a
    ————————
    tr[miːn]
    transitive verb (pt & pp meant tr[ment])
    1 (signify, represent) significar, querer decir; (to be a sign of, indicate) ser señal de, significar
    what does "mug" mean? ¿qué significa "mug"?, ¿qué quiere decir "mug"?
    does the name "Curtis" mean anything to you? ¿el nombre "Curtis" te dice algo?
    2 (have in mind) pensar, tener pensado,-a, tener la intención de; (intend, wish) querer, pretender
    I never meant to hurt you nunca quise hacerte daño, nunca fue mi intención hacerte daño
    I meant to post it yesterday tenía la intención de enviarlo ayer, quería enviarlo ayer
    3 (involve, entail) suponer, implicar; (have as result) significar
    4 (refer to, intend to say) referirse a, querer decir; (be serious about) decir en serio
    do you mean me? ¿te refieres a mí?
    what do you mean by that? ¿qué quieres decir con eso?
    what do you mean you forgot? ¿cómo que se te olvidó?
    she said thirty, but she meant thirsty dijo treinta, pero quería decir sedienta
    5 (be important) significar
    you mean a lot to me significas mucho para mí, eres muy importante para mí
    \
    SMALLIDIOMATIC EXPRESSION/SMALL
    to be meant for (be intended for) ser para 2 (be destined for) estar dirigido,-a a, ir dirigido,-a a
    to be meant to (to be supposed to) suponerse, deber, tener que 2 (to be fated) estar destinado,-a
    it was meant to happen tenía que pasar, el destino así lo quiso
    to mean well tener buenas intenciones
    mean ['mi:n] vt, meant ['mɛnt] ; meaning
    1) intend: querer, pensar, tener la intención de
    I didn't mean to do it: lo hice sin querer
    what do you mean to do?: ¿qué piensas hacer?
    2) signify: querer decir, significar
    what does that mean?: ¿qué quiere decir eso?
    3) : importar
    health means everything: lo que más importa es la salud
    mean adj
    1) humble: humilde
    2) negligible: despreciable
    it's no mean feat: no es poca cosa
    3) stingy: mezquino, tacaño
    4) cruel: malo, cruel
    to be mean to someone: tratar mal a alguien
    5) average, median: medio
    mean n
    1) midpoint: término m medio
    2) average: promedio m, media f aritmética
    3) means npl
    way: medio m, manera f, vía f
    4) means npl
    resources: medios mpl, recursos mpl
    5)
    by all means : por supuesto, cómo no
    6)
    by means of : por medio de
    7)
    by no means : de ninguna manera, de ningún modo
    adj.
    abellacado, -a adj.
    canallesco, -a adj.
    malo, -a adj.
    mediano, -a adj.
    medio, -a adj.
    menguado, -a adj.
    mezquino, -a adj.
    miserable adj.
    prieto, -a adj.
    ruin adj.
    transido, -a adj.
    n.
    manera s.f.
    media (Matemática) s.f.
    medio s.m.
    promedio s.m.
    término medio s.m.
    v.
    (§ p.,p.p.: meant) = destinar v.
    entender v.
    querer decir v.
    significar v.

    I miːn
    transitive verb (past & past p meant)
    1) (represent, signify) \<\<word/symbol\>\> significar*, querer* decir

    to mean something TO somebody: does the number 0296 mean anything to you? ¿el número 0296 te dice algo?; fame means nothing/a lot to her — la fama la tiene sin cuidado/es muy importante para ella

    2)
    a) (refer to, intend to say) \<\<person\>\> querer* decir

    what do you mean? — ¿qué quieres decir (con eso)?

    do you know what I mean? — ¿me entiendes?, ¿me comprendes?

    he's Swedish, I mean, Swiss — es sueco, (qué) digo, suizo

    I know who you meanya sé de quién hablas or a quién te refieres

    what's that supposed to mean? — ¿a qué viene eso?

    b) ( be serious about) decir* en serio

    I mean it!va or lo digo en serio!

    3) (equal, entail) significar*

    to mean -ING: that would mean repainting the kitchen — eso supondría or implicaría volver a pintar la cocina

    4)
    a) ( intend)

    he didn't mean (you) any harm — no quiso hacerte daño, no lo hizo por mal

    to mean to + INF: I mean to succeed mi intención es triunfar, me propongo triunfar; I'm sorry, I didn't mean to do it perdón, lo hice sin querer; I meant to do it but I forgot tenía toda la intención de hacerlo pero me olvidé; I've been meaning to talk to you hace tiempo que quiero hablar contigo; I meant it to be a surprise yo quería que fuera una sorpresa; the bullet was meant for me la bala iba dirigida a mí; we were meant for each other — estamos hechos el uno para el otro

    b)

    to be meant to + inf — (supposed, intended)

    you weren't meant to hear thatno pensaron (or pensé etc) que tú estarías escuchando


    II
    1) ( miserly) < person> tacaño, mezquino; < portion> mezquino, miserable
    2)
    a) (unkind, nasty) malo
    b) ( excellent) (esp AmE sl) genial, fantástico
    3) (inferior, humble) (liter) humilde

    that's no mean feat/achievement — no es poca cosa, no es moco de pavo (fam)

    4) ( Math) (before n) medio

    III
    noun media f, promedio m; see also means

    IV
    adverb (AmE colloq & dial)

    I
    [miːn]
    ADJ (compar meaner) (superl meanest)
    1) (=stingy) tacaño, agarrado *, amarrete (And, S. Cone) *

    you mean thing! — ¡qué tacaño eres!

    2) (=nasty) malo

    don't be mean! — ¡no seas malo!

    you mean thing! — ¡qué malo eres!

    a mean trick — una jugarreta, una mala pasada

    you were mean to mete portaste fatal or muy mal conmigo

    3) (=vicious) malo
    4) (=of poor quality) inferior; (=shabby) humilde, vil; (=humble) [birth] humilde, pobre
    5) (US) formidable, de primera

    II [miːn]
    1.
    N (=middle term) término m medio; (=average) promedio m ; (Math) media f

    the golden or happy mean — el justo medio

    2.
    ADJ medio

    mean life — (Phys) vida f media


    III
    [miːn]
    (pt, pp meant) VT
    1) [word, sign] (=signify) significar, querer decir

    what does this word mean? — ¿qué significa or quiere decir esta palabra?

    "vest" means something different in America — en América "vest" tiene otro significado or significa otra cosa

    you know what it means to hit a policeman? — ¿usted sabe qué consecuencias trae el golpear a un policía?

    what do you mean by that? — ¿qué quieres decir con eso?

    it means a lot to have you with us — significa mucho tenerte con nosotros

    the name means nothing to me — el nombre no me suena

    the play didn't mean a thing to me — no saqué nada en claro de la obra

    know 1., 4)
    2) [person]
    a) (=imply) querer decir; (=refer to) referirse a

    what do you mean? — ¿qué quieres decir?

    18, I mean 19 — 18, digo 19

    do you mean me? — ¿te refieres a mí?

    b) (=signify) significar

    don't I mean anything to you? — ¿no significo yo nada para ti?

    c) (=be determined about)

    you can't mean it! — ¡no lo dirás en serio!

    d) (=intend)

    what do you mean to do? — ¿qué piensas hacer?

    I meant to help — pensaba ayudar, tenía la intención de ayudar

    I mean to have itpienso or me propongo obtenerlo

    sorry, I didn't mean you to do it — lo siento, mi intención no era que lo hicieras tú

    I meant it as a joke — lo dije en broma

    was the remark meant for me? — ¿el comentario iba por mí?

    I meant no harm by what I said — no lo dije con mala intención

    3) (=suppose) suponer

    to be meant to do sth, it's meant to be a good car — este coche se supone que es bueno

    this portrait is meant to be Anne — este retrato es de Anne, aunque no lo parezca

    I wasn't meant to work for my living! — ¡yo no estoy hecho para trabajar!

    you're not meant to drink it! — ¡no es para beber!

    * * *

    I [miːn]
    transitive verb (past & past p meant)
    1) (represent, signify) \<\<word/symbol\>\> significar*, querer* decir

    to mean something TO somebody: does the number 0296 mean anything to you? ¿el número 0296 te dice algo?; fame means nothing/a lot to her — la fama la tiene sin cuidado/es muy importante para ella

    2)
    a) (refer to, intend to say) \<\<person\>\> querer* decir

    what do you mean? — ¿qué quieres decir (con eso)?

    do you know what I mean? — ¿me entiendes?, ¿me comprendes?

    he's Swedish, I mean, Swiss — es sueco, (qué) digo, suizo

    I know who you meanya sé de quién hablas or a quién te refieres

    what's that supposed to mean? — ¿a qué viene eso?

    b) ( be serious about) decir* en serio

    I mean it!va or lo digo en serio!

    3) (equal, entail) significar*

    to mean -ING: that would mean repainting the kitchen — eso supondría or implicaría volver a pintar la cocina

    4)
    a) ( intend)

    he didn't mean (you) any harm — no quiso hacerte daño, no lo hizo por mal

    to mean to + INF: I mean to succeed mi intención es triunfar, me propongo triunfar; I'm sorry, I didn't mean to do it perdón, lo hice sin querer; I meant to do it but I forgot tenía toda la intención de hacerlo pero me olvidé; I've been meaning to talk to you hace tiempo que quiero hablar contigo; I meant it to be a surprise yo quería que fuera una sorpresa; the bullet was meant for me la bala iba dirigida a mí; we were meant for each other — estamos hechos el uno para el otro

    b)

    to be meant to + inf — (supposed, intended)

    you weren't meant to hear thatno pensaron (or pensé etc) que tú estarías escuchando


    II
    1) ( miserly) < person> tacaño, mezquino; < portion> mezquino, miserable
    2)
    a) (unkind, nasty) malo
    b) ( excellent) (esp AmE sl) genial, fantástico
    3) (inferior, humble) (liter) humilde

    that's no mean feat/achievement — no es poca cosa, no es moco de pavo (fam)

    4) ( Math) (before n) medio

    III
    noun media f, promedio m; see also means

    IV
    adverb (AmE colloq & dial)

    English-spanish dictionary > mean

  • 17 Sidney, George

    1916-2002
       El reconocimiento critico a George Sidney es menor del que, en justicia, le corresponde. Empieza en Metro-Goldwyn-Mayer, donde permanecera hasta 1955, dirigiendo cortos comicos de la serie Our Gang y de Pete Smith. Despues, es promovido a director de filmes de serie B, pero es su llegada a la unidad de produccion de Arthur Freed la que marcara su futuro como gran especialista del musical. La mayor parte de su filmografia esta impregnada, de un modo u otro, por este genero, aunque, en principio, la trama corresponda a un genero distante de el. Existe un ejemplo modelico: Los tres mosqueteros (The Three Musketeers, 1948), filme basado en la famosa novela de Alexandre Dumas, despide aroma de musical a lo largo de todo su metraje. Un detalle deberia darle la pista al no iniciado: la presencia, como protagonista, de Gene Kelly, que tambien trabajo con Sidney en Levando an clas (Anchors Aweigh, 1945). Lo dicho en relacion con Los tres mosqueteros es tambien aplicable a Scaramouche (1952). Deja Metro-Goldwyn-Mayer despues de dirigir a Esther Williams en La amada de Jupiter (Jupi- ter’s Darling, 1955) y se establece como productor independiente para Columbia. Mucho antes habia dirigido dos estupendos westerns. Si leemos su ficha artistica percibiremos de inmediato que lo dicho en relacion con la querencia de Sidney por el musical es aplicable a ellos.
        The Harvey Girls. 1946. 101 minutos. Technicolor. MGM. Judy Garland, Preston Foster, Ray Bolger, John Hodiak, Marjorie Main, Cyd Charisse, Angela Lansbury.
        Annie Get Your Gun (La reina del Oeste) (co-d.: Busby Berkeley, Charles Walters). 1950. 107 minutos. Technicolor. MGM. Betty Hutton, Howard Keel, Louis Calhern.

    English-Spanish dictionary of western films > Sidney, George

  • 18 El western americano a partir de 1970

       Que los generos clasicos del cine americano y, por extension, del cine europeo entraron en crisis ya antes de 1970 no es algo que haya que descubrir ahora. En algunos casos, los menos, se trato de una crisis de crecimiento, al amparo, entre otras cosas, de los avances tecnologicos. Asi, el llamado cine de ciencia-ficcion, entendido si se quiere como un subgenero del cine fantastico, incremento el favor del publico, gracias, entre otros, a productos como las sucesivas entregas de La guerra de las galaxias.
       Con el cine negro ocurrio algo parecido, con matices. En esta ocasion no se trata tanto de aprovechar innovaciones tecnologicas, como las derivadas del desarrollo de los ordenadores, por ejemplo, sino de dar la espalda a supuestas limitaciones de produccion del cine clasico, en particular el uso del blanco y negro, una de las caracteristicas innegociables del cine negro. De este modo, oimos hablar de peliculas como Chinatown (Roman Polanski, 1974) o, mucho mas recientemente, L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997) como nuevas y seneras muestras de cine negro. Menos mal que llegaron los hermanos Coen para, sin hacer demasiado ruido, poner, eso si, las cosas en su sitio con El hombre que nunca estuvo alli (The Man Who Wasn’t There, 2001).
       No siempre, sin embargo, la crisis ha sido de crecimiento y/o de transformacion. En ocasiones, como ocurre con el western, estamos ante una crisis que es antesala de la muerte, precedida acaso por una agonia mas o menos larga y mas o menos estimulante. El western, como el musical, ha perdido sus atractivos de cara a la taquilla, y solo apariciones esporadicas parecen querer indicar que el genero sigue vivo. Pero, claro esta, 1970 queda ya muy lejos en el tiempo, por lo que habria que puntualizar las cosas.
       En primer lugar, hay que indicar que 1970 es una buena fecha para iniciar lo que se podria llamar “los ultimos coletazos” de algunos de los cineastas clasicos, Howard Hawks, Henry Hathaway, Robert Aldrich, Sam Peckinpah, John Sturges, John Huston y Don Siegel, entre otros. Como es natural, sus ultimas obras figuran aqui en el lugar destinado a cada uno de ellos, por lo que no es necesario hacer comentarios suplementarios.
       En segundo lugar, habria que hablar de aquellos creadores que, bien en el campo del western, bien en otros de la creacion cinematografica, pretendieron renovar el concepto clasico de genero con propuestas innovadoras, provocativas o ambas cosas al mismo tiempo. Monte Hellman puede servir como ejemplo modelico de ello, sin olvidar a Al Adamson, John Cardos y otros. No es muy habitual que estas propuestas se vean avaladas por la calidad de los productos que ofrecen, en la mayor parte de los casos muy baja. Da la sensacion de que la idea no es sino la de violentar por el exabrupto las senas de identidad de un genero que ha alcanzado nobleza con el transcurso de las decadas.
       Existe una tercera opcion, si se quiere poco fecunda, sin futuro previsible, pero, esta vez si, proveedora de momentos de disfrute, no solo por el mecanismo de la nostalgia. Dicho en pocas palabras, se trata de crear un producto que, sin abominar de las senas de identidad del genero, las renueve, tal como, en su idea, hicieron algunos, particularmente Sam Peckinpah. Esfuerzos individuales como los de Blake Edwards (Dos hombres contra el Oeste, Wild Rovers, 1971), Robert Altman (Los vividores, McCabe and Mrs. Miller, 1971), Mark Rydell (John Wayne y los cowboys, The Cowboys, 1972), Alan J. Pakula (Llega un jinete libre y salvaje, Comes a Horseman, 1978), Michael Cimino (La puerta del cielo, Heaven’s Gate, 1980), Lawrence Kasdan (Silverado, 1985), Walter Hill (Forajidos de leyenda, The Long Riders, 1980) o Kevin Costner (Bailando con lobos, Dances with Wolves, 1990) merecen todos los respetos, al margen de la mayor o menor calidad de las cintas que nos ofrecen, calidad que por otra parte es estimable en no pocos casos.
       Por ultimo, hay que hablar, inevitablemente, de Clint Eastwood, director de cuatro westerns modelicos, cada uno a su manera, unico punto de enganche verdadero con el genero, tal como este se fue definiendo a lo largo de las decadas.
       A primera vista, nadie diria que Eastwood ha dirigido solo cuatro westerns. Tal vez influye en esa falta de perspectiva el hecho de que sus origenes son como actor, y como actor de westerns. Aparte de un punado de peliculas rodadas entre 1955 y 1958, en muchas de las cuales ni siquiera aparecio en los titulos de credito y la mayoria de las cuales no pertene cian al genero, su actividad en los Estados Unidos se redujo a la mitica serie Rawhide, que le lanzo a la fama, hasta el punto de ser elegido por el director italiano Sergio Leone para protagonizar el primero de sus prestigiosos spaghetti-westerns, Per un pugno di dollari/Por un punado de dolares, en 1964. El exito, de nuevo, fue importante, y propicio la realizacion de otras dos peliculas, Per cualque dollaro in piu/La muerte tenia un precio (1965) e Il buono, il brutto, il cattivo/El bueno, el feo y el malo (1966). A partir de este momento, Eastwood se convierte en una estrella que antes de dirigir su primera pelicula en 1971 trabajara con directores tan dispares como Vittorio De Sica, Ted Post, Brian G. Hutton, Joshua Logan y, sobre todo, Don Siegel, en un total de ocho peliculas –en realidad siete mas un fragmento de otra–; ya se sabe, en esos anos, particularmente en Italia, fueron numerosas las peliculas formadas por distintos sketches dirigidos por realizadores distintos. De esas ocho peliculas, cuatro fueron westerns y figuran en el lugar correspondiente de este diccionario. A partir de entonces, nos encontramos con el personaje desdoblado en sus dos facetas futuras: actor y director, y ello, en todas las modalidades posibles, solo actor, solo director o ambas cosas al mismo tiempo. Pues bien, despues de treinta anos largos, contados desde la primera pelicula dirigida, y en este caso tambien interpretada, por Clint Eastwood, Escalofrio en la noche (Play Misty for Me), unicamente podemos anadir a la lista cinco westerns mas, Joe Kidd, dirigido por John Sturges, y los cuatro que dirigio personalmente Eastwood:
        High Plains Drifter (Infierno de cobardes). 1973. 105 minutos. Technicolor. Panavision. Malpaso (Univesal). Clint Eastwood, Verna Bloom, Marianna Hill, Billy Curtis.
        The Outlaw Josey Wales (El fuera de la ley). 1976. 135 minutos. Color DeLuxe. Panavision. Malpaso (WB). Clint Eastwood, Sondra Locke, John Vernon, Jefe Dan George.
        Pale Rider (El jinete palido). 1985. 115 minutos. Technicolor. Panavision. Malpaso (WB). Clint Eastwood, Michael Moriarty, Carrie Snodgress, Sydney Penny.
        Unforgiven (Sin perdon). 1992. 130 minutos. Technicolor. Panavision. Malpaso (WB). Clint Eastwood, Gene Hackman, Morgan Freeman, Richard Harris, Frances Fisher.
       Hablamos de cuatro filmes poco convencionales, con una vision personal del genero que, en otro momento, hubieran tal vez supuesto una via de renovacion del western, pero que, por el contrario, no han sido sino una vision aislada, desde luego poderosa pero aislada, de una epoca, una geografia y un modo narrativo. El hombre que, en algunos foros, ha recibido el apelativo de “el ultimo cineasta clasico” es, ante todo y sobre todo, un hombre del Oeste, aunque no sea el genero que lo define el que mas abunde en su ya amplia produccion como creador cinematografico.

    English-Spanish dictionary of western films > El western americano a partir de 1970

  • 19 atarabazar

    Atarabazar es cuando las leches se cuajan, pero no precisamente la leche entera, quiero decir, la leche que no ha sido privada de sus natas o grasas, ya que cuando esto sucede, se denomina lleichi cuátcha (leche cuajada). Pero se llama tarabazá a la leche que con anterioridad ha sido mazá (batida), con el fin de extraerle la manteca. Para mazar el lleiche (sacarle la manteca a la leche), en los tiempos d'endenantes se hacía por medio de dos procedimientos en mis aldeas. Uno era usando las caramañolas ou camtimples (lecheras) y el otro el más ancestral, dentro de unos odres hechos con el pelleyu (pellejo) de corderos o cabritos, denominados butiétchus, donde se introducía la leche dentro de ellos, se hinchaban de aire y luego se movía el butiétchu siempre en la misma dirección hasta que se le arrancaba la manteca a la leche. Más tarde esa leche mazá escosá de manteiga cundu chegaba ‘l cuátchu yera cundu se nomaba chétche tarabazá. (Batida y limpia de manteca, cuando llegaba a cuajar se le llamaba leche tarabazá). Esta leche tarabazá al decir de las gentes más antiguas de mis aldeas, que todas tenían algo de médicos, por ser éstos tan escasos e inalcanzables, cuento que decían mis gentes que la leche tarabazá era la bebida más sana y refrescante, capaz de curar por sí sola, tous lus amolexíus del ventrún ya 'l estómadu. (Todos los males del vientre y el estómago). Esta palabra me da pie para contarles muy someramente lo que hizo un tío mío, hermano de mi madre, una mañana que apremiado por su esposa, mazaba sudorosamente un butiétchu de leche. Llamábase mi tío que ya en la paz del Hacedor descansa, Manuel el Indiano, y a pesar de ser del todo analfabeto, sabía más letra que el propio Cervantes, y era más agudo que el panzudo Sancho. Más de catorce años había estado en La Argentina, y al fin como todo buen asturiano retornó a su querida aldea, cuando yo aun todavía no había nacido. Pero según mi madre, hizo mi tío la entrada triunfal en la aldeina dándoselas de indiano rico, y al parecer según se descubrió más tarde, no traía en su poder nada más que una pequeña cantidad de dinero que le había dado otro tío mío también hermano de mi madre, que éste sí que había hecho una caudalosa fortuna, criando ganado en un extenso rancho, que al decir de mi tío Manuel, era más grande que todo nuestro concejo junto. Rondaba los cuarenta años cuando mi tío, portando dos enormes maletas, una sonrisa amplia y prometedora, que no la haría por el bien que le habían rodado sus asuntos, sino tal vez por enseñar a propios y extraños, su fuerte y hermosa dentadura, donde se enseñoreaban una docena de relucientes dientes de oro que unido a su enorme reloj y su gruesa cadena de oro, le avalaban como indiano bétchau de cuartus. (Rico de dineros). Muy posible mi tío, deduzco yo ahora, al comprender que en las américas no podía, o no sabía hacer la riqueza que había con tanto ahínco buscado, maduró en aquellas lejanas tierras la inteligente idea, de lograr conquistar en sus aldeas, alguna moza heredera de rica casería. Así pues, según mi madre, mi tío se paseaba y pavoneaba por toda la comarca, luciendo estupendos trajes de corte y moda muy americanos, a la par que hacía entrever con mucho disimulo, que poseía negocios en La Argentina, donde retornaría nada más que encontrase una linda muchacha que fuera de su agrado, para convertirla sin pérdida de tiempo en su esposa. Y como diñéiru chama 'l diñeiru (dinero llama al dinero) pronto mi tío lograba casarse con la moza más rica de la aldea, que era tal riqueza en aquellos tiempos, prados, tierras y ganados, cosas que hoy se encuentran en mis aldeas abandonados. Una vez casado el bueno de mi tío, volvía a inventarse otra historia, que era que la revolución que por aquella época se había formado en La Argentina, se apropiara de sus negocios y le habían dejado completamente sin nada. A partir de aquí poco a poco su esposa ayudaba abiertamente por su suegro que se veía en lenguas mofosas de las gentes y se consideraba que también había sido engañado, digo que entre hija y padre le fueron sometiendo y dominando, y aunque mi tío en principio intentó imponerse y hacer valer su papel de marido, de nada le sirvió, y tuvo que someterse a la tiranía continua a que le sometían su mujer y suegro, sino quería perder lo que tan hábilmente había cazado. Extenderme más en cosas de mi tío, seria fomentar una larga historia que no cuadra en este libro que ha nacido para diccionario, por eso retornaré a la mañana por mi presenciada, en que el bueno de mi tío mazaba la leche sudoroso y desesperado, atacado en todo instante por la continua riña de su esposa, que con la chingüa mexoriaba per él, lu mesmu que se fora un enllordiáu fatu. (Que con la lengua le hacía mucho daño al tratarle como si fuese un verdadero pingajo). Aquel día era lunes, y por lo tanto habla mercado como todas las semanas en la capital del concejo, a donde todas las aldeanas bajaban a vender los huevos, la manteca, los cuayaus (cuajados), etc., etc., y mercar a la vez los enreus (cosas) que se necesitaban para toda la semana. Ya era tarde y mi tía necesitaba aquella última manteca que mi tío con tanto trabajo estaba mazando, y como tardaba según mi tía más de la cuenta, empezó a insultarle de esta manera: —Entaina Manolu, ya deíxate de carpir, ya amazuca la lleiche con más priexa, perque paeme a mín que yes más ñatiu qu'un neniquín d'entamu. (Apúrate Manolo, déjate de protestar, de suspirar, de quejarte, y bate la leche con más prisa, porque me parece a mí, que eres más inútil que un niño de pecho). Nada le respondió mi tío, aunque seguía haciendo su trabajo maldiciendo y murmarando palabras que no entendía, pero otra vez volvió su esposa a la carga diciéndole: —Nun se xempre lu dixe you, que nun tenes llixa namái que pa xurniar trés el fuéu estingarraún nel escanu, ya p'encalducar mamplenáus de puches ya gavitus. (No si siempre lo he dicho yo, que no tienes fuerza, alma, etc., nada más que para estar dormitando detrás del fuego acostado en el escaño, y para hacer muchos razonamientos, protestas y cuentos sin ningún valor). Mi tío no le respondía a sus insultos y el pobre seguía mazando la leche sin detenerse, y de vez en cuando le daba pequeños golpecitos al butiétchu (odre) mirándole al trasluz, para comprobar si ya estaba la manteca hecha. Otra goxada (cesta grande) de ofensivos insultos le lanzó mi tía de esta forma en el parejo que se estaba atando el moño:—Non pos comu nun me faigas la mazaura lluéu, xúrutelu pe lu más xagráu qu'ista semana vas fumaretiar pel ráu del bracu, perque nun tenu treti 'l tabacu de la Villa axín nus esmuelguemus a tochazus. (No pues como no me hagas la manteca luego, te lo juro por lo más sagrado que toda esta semana vas a fumar por el rabo del cerdo, porque no he de traerte el tabaco de la Villa así nos degollemos a palos). —Quiero destacar, que si algún vicio desencaldaba (desarmaba) a mi tío, era precisamente el de ser un fumador empedernido, ya que yo le he visto en muchas ocasiones fumar hasta las hojas de los artos y de las patatas, pues él afirmaba, que tales hojas bien mauras y'enxuchinas (bien maduras y muy secas), tenían un ligero parecido con el tabaco. Por tal razón, cuando escuchó a su esposa amenazarle con que no le iba traer el tabaco para la semana, se sulfuró de tal modo y manera, que cesando de mazar, se levantó airado de encima del garbetu (tronco nudoso de madera donde se suele partir la leña) donde en la caleya 'l lláu de sou teixá taba xentáu mazuchandu (en la calleja al lado de su casa estaba sentado haciendo la manteca) y dirigiéndose endemoniadamente rabioso hacia su mujer con el butiétchu (odre) entre sus manos, que tendría dentro de él sobre unos diez litros de leche, digo, que levantando con enloquecida fuerza el odre con entrambas manos en el alto, se lo estrapachóu (reventó) en medio de la cabeza, poniéndola toda enllordá ya pingandu de lleiche (sucia y mojada de leche), en el parexu lleldar que che falaba. (En el parejo hacer que le decía): ¡El pior ya más rencuayu ñegociu que fexe 'n miou vida, fó 'l xunetame cuatigu nisti fedientu caxoriu que m'aconsexu 'l diañu, paraxona mútcher con chingua tan enllordiá comu la troya de gochu, fiona del útre tou pá, qu’el Llucifer tara nus enfernus amagostandoi lus prietus fégadus que teñía. Cámbiate de fatucus agora mesmu ya cola con la manteiga ya lus güevus pal merquéu, senún quiés que acuétcha la maniega con tous echus, ya faígate una tortítcha con tous xuntus en metá la mochera de choba que tenes, ya senún me trás el tabacu pa casa nun tomes, perque se lu fás ya nun me trás el tabacu, ten prexente que vas adepriender per primeira vez, quién ye Manuel el lndianu! (El peor y más ruin negocio que hice en toda mi vida, fue el haberme unido contigo en este hediondo casorio que me ha aconsejado el demonio, enredadora y mala mujer, con la lengua más sucia que la porquería del cerdo, hija del buitre de tu padre, que Lucifer estará en los infiernos quemándole los negros hígados que tenía. Múdate las ropas ahora mismo y márchate con la manteca y los huevos para el mercado, sino quieres que coja la cesta con todos ellos y te haga una tortilla estrapallándutelus d'enría la mótcheira de llobona que tenes. (Rompiéndotelos encima de la cabeza de loba que tienes). Y sino me traes el tabaco para casa no me tornes, porque si vienes sin él, ten presente que por primera vez vas a saber quién es Manuel el Indiano.

    Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana > atarabazar

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